Según datos de iMS Health el mercado de los fármacos biotecnológicos alcanzó los 2.800 millones de euros en España en 2011 con una venta mayoritariamente hospitalaria. Además, durante los próximos cinco años, se liberarán patentes de fármacos biotecnológicos por valor de 1.150 millones de euros.
Otro informe del pasado mes de julio, elaborado por el instituto iEGES y Sandoz, mostraba que el ahorro rondaría los 33.000 millones de euros con diferentes biosimilares –Agente Estimulante de la Eritropoyesis, Eritropoyetina alfa, Factor estimulante de Crecimiento de Colonias de Granulocitos y Anticuerpos monoclonales– en ocho países europeos (Alemania, España, Francia, Italia, Polonia, Reino Unido, Rumanía y Suecia). Estos tres datos resumen el presente y el futuro prometedor de los biosimilares. Pero, ¿cuál es el estado real? ¿hay margen para el crecimiento o se está llegando al límite? ¿qué barreras existen?
Como explica Clara Zachmann, analista económica de la patronal europea EGA, el mercado de los biosimilares “es reciente y todavía está en sus fases iniciales de desarrollo”. .En su opinión, el trabajo a realizar en este campo es importante, especialmente en cuanto a la información tanto a profesionales sanitarios como a pacientes, “prescribiendo incentivos a los doctores y normas referentes al precio y el reembolso a nivel de Estados Miembros”.
Entre los logros de EGA en el proceso, Zachmann destaca la encuesta realizada sobre acceso al mercado y adopción de los biosimilares en Europa. En este trabajo, los países miembros de la UE resumieron su experiencia en este campo. “La conclusión es que los principales obstáculos son la percepción general de que los biosimilares son inferiores a los fármacos innovadores y la reticencia de los doctores a prescribir biosimilares debido a incertidumbres hipotéticas sobre su seguridad y efectividad.
Otro obstáculo mencionado con frecuencia por los Estados Miembros es la falta de incentivos para prescribir biosimilares, así como la falta de regulación y la renuencia de los doctores a la hora de cambiar marcas”, ha enumerado.El salto de estas barreras y la potenciación de los biosimilares pasan, según su criterio, por la necesidad de introducir incentivos a la prescripción.