DiarioFarma. Las sociedades científicas, a nivel general, coinciden en la gran aportación que pueden realizar los biosimilares a la sostenibilidad del sistema de salud. Incluso algún especialista reconoce los avances de algunos de ellos en lo que respecta a facilitar la vía de administración o la biodisponibilidad. Tampoco faltan las voces clínicas que destacan la aparición del biosimilar como palanca para la generación de futuras innovaciones. Pero dicho esto, y pese a que todos muestran su confianza en el rigor de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) cuando aprueba un medicamento, citan las incertidumbres asociadas a posibles efectos adversos o pérdidas de eficacia al intercambiar el original por el biosimilar, así como los requisitos (parece ser que insuficientes, a juicio de los especialistas) que se exigen para la extrapolación de indicaciones, para explicar la penetración aún baja de estos productos. Así se puso de manifiesto en la jornada 'Los medicamentos biosimilares: acceso a la práctica clínica', organizada por Fuinsa, y en la que participaron representantes de hasta ocho especialidades médicas.