En la ponencia titulada “La llegada de los biosimilares de anticuerpos monoclonales”, la directora general de BioSim, Regina Múzquiz ha realizado una revisión general sobre los biosimilares y los requisitos regulatorios que son exigidos a este segmento de fármacos para dotarles de las garantías de calidad, seguridad y eficacia comunes a todos los medicamentos biológicos o biotecnológicos.
Entre los temas que abordó en su exposición se puede destacar la contribución de los biosimilares a una sanidad más eficiente y sostenible. En concreto, puso de manifiesto que estos fármacos permiten la liberación presupuestaria que podría traducirse en el aumento de pacientes tratados con terapias biológicas, y al mismo tiempo hacerlo con unos menores costes. También pueden facilitar la entrada de nuevos fármacos de alto coste o cubrir otras necesidades sanitarias. Como ejemplo, se refirió a una experiencia en Reino Unido donde se mejoraron los protocolos de actuación de los tratamientos en pacientes oncológicos gracias a la introducción de biosimilares.
La directora general expuso los datos provenientes del análisis del ahorro conseguido con la introducción de un anticuerpo monoclonal, que gracias a la competencia ha permitido al SNS ahorrar importantes costes. También destacó la clara apuesta de los especialistas de la oncología médica por la entrada ordenada y consensuada de los medicamentos biosimilares. Esto se ha puesto de manifiesto en los posicionamientos de las sociedades científicas ESMO y SEOM publicados en 2017 y 2018 respetivamente, donde destacan la aportación de los biosimilares a la mejora del SNS.
Cómo mejorar el acceso a terapias biológicas.
Durante la ponencia, Múzquiz ha afirmado que el aumento de moléculas de biosimilares que estamos viviendo actualmente -y que crecerá aún más en los próximos años-, ha de acompañarse de nuevas medidas de fomento y una mayor información a todos los agentes implicados en la cadena asistencial, desde los gestores a los pacientes, pasando por todos los profesionales. “Durante los próximos años, un número creciente de pacientes oncológicos se verán beneficiados de las terapias biológicas, y parte de ellos recibirán un biosimilar. Esto es la constatación de la confianza de la Agencia Europea del Medicamento y de los prescriptores clínicos en la calidad, eficacia y seguridad de estos medicamentos”.
Así mismo, ha destacado que “en la práctica clínica es fundamental procurar el bien del paciente, pero es igual de importante permitir que todos ellos accedan a una atención sanitaria de manera equitativa, lo que implica la adecuada utilización de los recursos disponibles. Este principio ético, de justicia afecta de lleno a la oportunidad que los biosimilares ofrecen de liberar recursos que se pueden emplear para ampliar la base asistencial o la oportunidad de incorporar innovación”.