El impacto en el gasto farmacéutico derivado del acceso de medicamentos biológicos al mercado es significativo y creciente. Su incuestionable valor clínico en el incremento de la esperanza y calidad de vida de muchos pacientes viene acompañado de un precio habitualmente más elevado que el de fármacos de síntesis química. En Europa, los tratamientos biológicos suponían en 2018 alrededor del 30% de todo el gasto farmacéutico, y se espera que este porcentaje continúe aumentando.