Más de doce años avalan los medicamentos biosimilares, desde que se aprobó en Europa el primero de ellos, en 2006. La Unión Europea fue pionera en el establecimiento de un marco regulatorio para los medicamentos biosimilares, el cual se monitoriza y actualiza de forma constante en base a la evidencia acumulada. No obstante, aun cuando estos fármacos no son nuevos en el arsenal terapéutico, la relativa reciente llegada de los anticuerpos monoclonales ha abierto nuevos escenarios de utilización que conllevan un cambio de paradigma.