Si bien es cierto que hasta el momento la mayoría de estos fármacos en España son de uso y dispensación a nivel hospitalario, algunos de ellos sí han llegado ya a las farmacias comunitarias (ciertas insulinas, por ejemplo) y seguramente sean muchos más los que lo hagan a lo largo de los próximos años, logrando con ello una mayor accesibilidad por parte de los pacientes.